sábado, 11 de febrero de 2017

Instituto

Como es dicho en la entrada anterior, estoy en bachillerato, así que escribir aquí será muy difícil ya que no encuentro horas para sentarme y escribir aquí. Ni tengo tiempo ni para respirar. Bueno, el instituto, por eso estáis aquí para hablar de ello. Muy bien, empecemos con eso, entonces.

El instituto es ese sitio dónde vamos casi todos los adolescentes, para tener un futuro. La verdad yo no entiendo eso, estudiar para ser alguien. Hay personas que han terminado los estudios pero ¿dónde están? En la calle, buscando trabajo. Y ahora mismo seguramente estén sentados al lado de una persona sin estudios esperando para que les atienda los del paro, también. Entonces, ¿para qué estudiamos? ¿Para acabar en el paro? ¿En la calle? Bueno, pero también hay personas que con estudios tienen una buena vida, diréis. Pues la verdad, sí, no lo niego. Pero es que esto de estar la gran parte de tu vida estudiando, para luego terminar la otra parte de tu vida, trabajando. Osea, no lo veo. En biología te dicen, los seres vivos, nacemos, nos reproducimos y nos morimos. Genial, pero en la realidad las personas nacemos, estudiamos, trabajamos, algunos se reproducen (porque hay personas que aunque quieran tener hijos no pueden) y nos morimos. ¿Qué triste, no? ¿Y cuándo es el tiempo de disfrutar de la vida? Es decir, ¿cuándo es el tiempo de parar y hacer lo que de verdad nos gusta? ¿de probar esas cosas que nos asustan? ¿de respirar? ¿de romper las reglas? ¿de dejar que nuestro alma nos controle? ¿cuándo es el momento de vivir la vida?

Cada vez que me salgo, miro a las personas, todos corriendo a todas partes para llegar  a su destino. Al trabajo, a la escuela o a casa. No veo una sociedad, veo robots. Probad alguna vez, salid afuera, pararos en algún sitio dónde haya gente. Contadme, ¿qué veis? ¿qué es lo que sentís con lo que veis?

Bueno, seguimos con lo que estábamos hablando, el instituto. Una etapa muy dura para un adolescente. Estrés por parte de los padres, queriendo que su hijo sea el número uno, que saque muy buenas notas para poderlos exhibir. Inseguridad por parte de los compañeros, cuando entras a tu clase, los compañeros se quedan mirando, hablan de ti, se ríen de ti. ¿Por qué? Porque somos diferentes, somos la excepción del estereotipo. Y también sentimos la soledad.

En mi caso, estoy muy estresada porque siento la necesidad de hacer que mis padres se sientan orgullosos de mí. Pero, ¿cómo hacerlo? No soy tan inteligente como mi hermano, no soy tan inteligente que mis primos. Soy la tonta de mi familia.

¿Mis compañeros? Siento como cada vez que entro a clase o cuando salgo a la pizarra. Me miran, se burlan y siento como se ríen a mis espaldas. O cuando preguntan, saber la respuesta pero tener miedo a levantar la mano porque tienes miedo a que te equivoques y tus compañeros se rían de ti. Sentirte juzgada y criticada. Sentir que no te quieren allí. Y la verdad, yo tampoco quiero estar allí. Cada vez que hay que hacer equipos, soy la última en ser elegida. Cuando hay hora libre, todos se ponen a hablar con sus amigos y yo me quedo allí, me pongo los cascos e intento olvidarme que estoy allí.

Luego la gente va diciendo por allí que la vida de un estudiante es fácil. Solo tienes que estudiar y sacar buenas notas. Pues no es tan fácil como parecerá. O por lo menos para una marginada, antisocial e invisible como yo.