October 8, 2020

Hay cosas en la vida que van y vienen, y hoy la realidad me ha dado una ostia para despertarme. Siempre he pensado en el día que él se vaya a ir, siempre se lo digo, pero lo digo más para convencerme a mí que cualquier cosa. Pero hoy, estar delante de ese edificio, me hizo volver a la realidad. Me hizo ver que esto es real, qué se va a ir, y no hay vuelta atrás. Y no es que no le apoye, se que lo hace porque en sí es su sueño y le apoyo. Pero eso no quiere decir que no me duela pensar que ya no le tendré tan cerca. Ya no podré quedar con él cuando yo quiera, ya nadie me va a esperar en nuestro lugar, no podré abrazarle cuando yo quiera. Pero es su sueño y le apoyo. 

Pero ver ese edificio, ver la gente que iba, vi hasta una chica con una hija, y me hizo pensar, ¿sería capaz de hacer esto? Una vez tengamos una familia, ¿sería capaz de ver cómo se va una y otra vez? O ver cómo mis hijos ven irse a su padre una y otra vez. Sé que es muy pronto pensar en eso, y que tal vez no ocurra, pero no sé, si estás con alguien, es porque quieres que ese alguien se quede hasta el final. 

Cuando le vi salir, estaba tan feliz, menos mal que la mascarilla tapa media cara, porque te juro que mi cara representaba el dolor de imaginarlo irse. Solo quería abrazarle, y me quede abrazándole todo el día. Él mientras me contaba todo sobre lo que iba a hacer, las plazas que había puesto... Zaragoza ... Murcia, dos sitios que resonaron una y otra vez en mi cabeza, y lo único que quería hacer es volverlo a abrazar y nunca soltarle. ¿Soy capaz de verle ir? No lo sé, solo de imaginármelo es doloroso, es que hasta ahora escribiendo esto, estoy llorando.  Solo se´ que aprovecharé todo el tiempo que me queda con él y que le apoyaré con todo lo que tengo, aunque por dentro me este muriendo porque no quiero que se vaya. Egoísta, tal vez. Pero soy una persona muy pegajosa, soy muy touchie xd. 

Pero bueno, hoy he sido lo suficientemente fuerte para no llorar delante de él, y estoy orgullosa de ello. Y lo mejor de todo es que aunque me diga que no, he seguido fingiendo que estoy bien. Después de todo, tengo que empezar a acostumbrarme a su ausencia.